miércoles, 27 de junio de 2012

La mala ducación

Sigo yo pensando en mis cosas y en cómo criamos a nuestros cachorros.


Es verdad que aprenden mucho "de la calle", de relacionarse con otras manadas. Pero es más verdad que de donde realmente sacan todo el jugo es de casa


Los papás, los yayos, los tíos,... la madriguera.


Esta reflexión viene por dos detalles que ha tenido conmigo una de las mamás de la manada.


Es la típica supermamá que se levanta a las 7 de la mañana para poner lavadoras como una loca y, además, es la única supermamá del mundo mundial que tiene... DOS HIJOS.


¡Hagámosle una sincera reverencia!


También es la típica supermamá que se pega el día corriendo detrás de sus hijos y gritando como una posesa (¡Dios, que pulmones tiene la tía!) mientras sus hijos pasan de ella olímpicamente.


La ignoran.




DETALLE 1:


El último día de cole, como en muchos sitios, no hay clase. Aquí hacen una obrilla, las mamás preparamos almuerzo para todos, y luego juegan un rato en el patio hasta que cada mochuelo se va a su olivo.


Dos minutos antes de irse a casa, Alberto se dobló un hueso de la mano jugando al fútbol. Su mamá lo metió corriendo al coche y se fueron a urgencias.


Love y yo estábamos recogiendo las cosas de Love porque ya nos íbamos y no me enteré de mucho.


Total, que por la tarde nos vamos a la piscina, que está al lado del parque, y veo a los cachorrillos jugando. Decido acercarme para preguntar a Alberto que qué tal, qué te ha pasado, te duele,.... lo típico.


Me di cuenta que los cachorros no estaban jugando, sino que ya se iban para casa y entonces grité para que me oyera la manada y pararan.


La manada me oyó, pero no paró


La mamá de Alberto contestaba a mis preguntas con monosílabos, sin mirarme a la cara y sin dejar de andar.


DETALLE 2:


Una semana después de finalizado el cole, nos dan hora para ir a recoger las notas.


Yo tenía que ir a las 10:40 y la mamá de Francisco y Alberto a las 11:00.


Normalmente, llegas y esperas a que salga la que hay dentro o a que la señorita te llame, porque puede estar haciendo algo importante y no es cuestión de molestar.
Bueno, al menos eso es lo que a MI me parece NORMAL.


Esta mañana, estaba en clase reunida con la señorita de Love, hablando, compartiendo anécdotas, revisando exámenes, discutiendo sobre los deberes, ... lo normal en una reunión con el tutor.


Si bien la reunión prácticamente había terminado, ni la señorita ni yo nos habíamos levantado de la silla.


De repente, entra en la clase la mamá de Francisco y Alberto, acompañada del primero y despotricando del segundo, que se había quedado en casa con su padre y con un rebote del 10.


La señorita y yo nos hemos mirado y le he dicho:


-"Se acabó la reunión"


-"Eso parece"






¿De qué nos quejamos a veces?


Nuestros cachorros nos imitan en todo, somos sus guías, sus faros en la oscuridad.


No me gusta dar consejos de madre, no va conmigo. Y menos cuando me declaro abiertamente MADRE IMPERFECTA.


Pero, ¿de verdad esperas que tus cachorros te hagan caso a la primera cuando tú pasas por encima de todo y de todos?


No, querida, no.













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