miércoles, 6 de junio de 2012


Las personas que nos rodean en nuestra vida son de dos tipos: las impuestas y las elegidas. Las elegidas, evidentemente, son los amigos que vamos encontrando y perdiendo a lo largo del camino. Las impuestas son, por supuesto, la Familia, así, con mayúsculas, y personas con las que te tienes que relacionar SI o SI, en el trabajo y como consecuencia de las relaciones de tus hijos. Este blog va dedicado a este tipo de personas impuestas y en él contaré las anécdotas DIARIAS que transcurren mientras esperamos que los niños entren o salgan del cole. Bueno, y alguna del parque.

Todo empezó cuando Love empezó el cole, hace ya cinco años. Todos los mitos sobre las relaciones entre las madres de los niños del cole empezaron a cobrar vida, incluso, como suele pasar, la realidad supera la ficción.

Vivimos en un pueblo pequeñito, con pocos niños, y, como en muchos sitios hoy por hoy, la mitad de ellos son extranjeros. Si, rumanos, no quería especificar porque a mi me da igual la nacionalidad, pero las mamás marcan la diferencia. En la puerta del cole hay dos grupos de mamás: las españolas y las rumanas. Esto es así desde el principio de los tiempos. Si las españolas tienen algo que contar, no hay problema. Si no tienen tema de conversación, se centran en la mala educación de las rumanas que se ponen ahí, apartadas, y hablan en rumano, que vete tú a saber lo que estarán diciendo. Tu padre, por si acaso.

Hace poquito tuvimos una nueva incorporación: un niño sudamericano para alegría nuestra. Cuando el cole es pequeño, un niño más es vital para la supervivencia, si suben las ratios puede que no nos afecte.

Los padres de este niño, desde el primer día, han intentado integrarse en la vida diaria de nuestra comunidad. Se acercaron al grupo de españolas (el idioma une ???), preguntaron nombres, se presentaron, contaron donde vivían, los problemas que tenían de adaptación a la vivienda.... lo normal. ¿?

¡BUENOOOOOOO! ¿Pero quién se han creído que son? Vienen aquí, sonriendo, con su acento latino, a sacar información para su propio interés, ¿pero de que van? ¡Que se junten con las rumanas! ¡No te digo!. Esta gente, de verdad, es que son todos iguales, te usan cuando les interesas y luego pasan de ti como de comer mierda.


P.D.: Quede claro que el texto anterior no tiene nada que ver con lo que yo pienso. Es la reacción habitual que tienen las mamás españolas con las que me tengo que relacionar en el cole

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